Diseño conversacional para periodismo

Por Reese Oxner

Traducido por Carlos Vázquez Pérez

Dos años de entrevistas fue lo que le tomó a El Surtidor, un medio basado en Paraguay,  desarrollar un chatbot que permite interactuar con una mujer encarcelada y explorar su historia con sus propias palabras a través de la conversación.

“Aqui en Paraguay, hay 400 mujeres que están encarceladas bajo una ley que suprime el tráfico ilícito de narcóticos y drogas peligrosas”, dice Juli Quintana, una reportera de El Surtidor. “Con esta herramienta, quisimos enfatizar la ironía del debate que conocemos como la guerra contra las drogas que realmente impacta desproporcionadamente a las mujeres, pero ignora a los capos que se enriquecen con el tráfico y hasta mantienen posiciones en el gobierno.”

El equipo desarrolló la herramienta durante cuatro meses luego de incontables entrevistas con la mujer en el centro del chatbot. Usaron el seudónimo, Eva, para proteger su anonimato pero los detalles de su biografía, las circunstancias de su arresto, y sus experiencias en prisión son reales.

“Nuestra misión es poner la inteligencia artificial al servicio de la historia mientras manejamos la información real con cuidado,” dice Juli. “Eva es una mujer real que representa a una población significativa de personas encarceladas.”

En lugar de un chatbot que generara o procesara la información de una manera diferente, el equipo intentó usar la interfaz para contar una historia a través del diálogo, dice Sebastián Hacher, un diseñador conversacional que trabajó con Juli en el proyecto. 

Ellos eligieron este formato con la meta de humanizar a la población encarcelada y de darle la oportunidad a una mujer de contar su propia historia con sus propias palabras.

Representando la voz de Eva

El chatbot usa una mezcla de Guaraní, la lengua indígena de Paraguay, y español llamado Jopara. El Jopara se deriva de la palabra Guaraní para “mezcla” que también tiene una estructura gramatical diferente a la del español común. Para el equipo era importante que el bot emulara la manera real de hablar de Eva. Para lograrlo, el equipo transcribió cuidadosamente las respuestas de Eva, y el proyecto utiliza inteligencia artificial como un servicio de entrega.

“En Paraguay, muchos hablan Jopara. Lo que hicimos fue intentar respetar la forma en que Eva se narró a sí misma y solo editamos las cosas que eran extremadamente necesarias para mantener claridad” dice Juli. “Generalmente la inteligencia artificial tiende a neutralizar el español y otros idiomas en general, pero nosotros quisimos preservar la forma en que ella habla.”

Para representar adecuadamente la forma en que algunas personas hablan en Paraguay, ellos mantuvieron características únicas del Jopara. “Cuando hablamos, a veces duplicamos frases. Hay maneras interesantes en las que organizamos las oraciones. Nuestra meta fue respetar el estilo en el que ella lo narró. Nosotros elegimos este formato para proteger sus palabras y su forma de expresarse,” dice Juli.

“Creemos que cada una de sus palabras es un tesoro,” añadió Sebastián.

Dando poder al público

El chatbot trabaja con preguntas abiertas pero también incluye sugerencias como base –una especie de Elige tu propia aventura. El equipo tomó 10,000 interacciones con Eva inicialmente, y el bot respondió correctamente al 85 por ciento de ellas, lo que Sebastián considera un porcentaje alto.

“El público puede elegir la trayectoria de la conversación,” dice Sebastián, añadiendo que la gente puede comenzar con lo que más le interese, ya sea la vida dentro de la prisión o las familias que dejaron detrás. “Los usuarios pueden decidir cómo fluye – es una manera muy natural de leer y personalizar tu experiencia. Los humanos conversan todos los días.”

La respuesta de los lectores ha sido positiva, al igual que la de las comunidades de diseñadores, periodistas, y académicos. “Esto es totalmente diferente,” dice Sebastián, ya que el proyecto no solo está adaptando ChatGPT o personalizando modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM).  También sugiere que le gustaría explorar aún más chatbots para otros tipos de historias y eventualmente adaptar la tecnología para también trabajar con conversaciones por voz.

Lo más importante fue hacer todo en servicio de la fuente y de la historia, dice Sebastián.

“Los chatbots deberían ser diseñados con mucha intención y con humanidad,” dice Sebastián. “Nosotros no podemos crear humanidad con los chatbots. Debemos pensar en la humanidad primero y en cómo podemos utilizar la inteligencia artificial para contar una historia y amplificar sus voces.”

Este artículo apareció originalmente en la edición del 31 de octubre de Product Notes en inglés.

Reese Oxner

I’m the breaking news reporter at The Texas Tribune and this year’s student newsroom editor. I graduated from The University of Texas at Arlington in 2020 after studying web design. Since the start of my journalism career, I’ve been interested in news product, so I am excited at the opportunity to learn more at the Summit and as this newsroom’s editor. In my free time, I like to hang out with family and friends, spend time outdoors, cook, take photos, watch movies and eat Korean BBQ.

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